miércoles, 2 de diciembre de 2009

Un sacerdote taoísta...

Dentro de un alma absolutamente libre
De pensamientos y emociones
Ni siquiera el tigre encuentra espacio
Para clavar sus fieras garras.


Si la misma brisa pasa
Sobre los pinos en la montaña
Sobre los robles del valle;
¿Por qué dan un sonido diferente?



Ningún pensamiento, ninguna reflexión,
Perfecta vacuidad;
Sin embargo dentro algo se mueve,
Siguiendo su propio curso.



El ojo la ve,
Pero las manos no pueden apresarle
La luna en la corriente.


Nubes y brumas
Son transformaciones medioambientales
Por encima de ellas, eternamente brilla el Sol y la Luna.




La victoria es para aquel,
Que incluso antes del combate
No tenga pensamientos sobre si mismo,
Y que more en la no-consciencia del Gran Origen.

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